La cámara creativa
Lo que vemos sobre la pantalla es una fotografía por tanto una obra no producida sobre la pantalla (como podría ser un cuadro). Existía previamente y era visible en la realidad. Debía producirse delante de la cámara, o de lo contrario no se hubiera podido fotografiar. El auténtico trabajo creativo, la acción original, tenía lugar en el estudio o en la naturaleza, en cualquier caso en el espacio delante de la cámara y en un tiempo anterior a la proyección. Allí los actores representaban y el iluminador enfocaba las luces. Todo debía existir previamente a la fotografía. El film que vemos en la pantalla no es otra cosa que una reproducción fotográfica, la reproducción de un trabajo artístico.
¿Pero acaso nos vemos en el film sobre la pantalla también cosas que no veíamos en el estudio, incluso estando en él? ¿Cuáles son las acciones que aparecen por vez primera sobre el film, que nacen con la proyección? ¿En qué consiste este algo que al film no reproduce, sino que produce, transformándose en consecuencia en una forma de arte nueva desde su origen e independiente? Ya lo hemos definido con anterioridad:
la distancia variable
el plano de detalle
el primer plano
la variación del encuadre
el montaje
y lo más importante, el nuevo efecto psicológico que logra el film con las medidas técnicas aquí detalladas: la identificación.
Aun suponiendo que estoy presente en todas las tomas y que las sigo en su totalidad, no me será posible ver el efecto que producen desde distancias menores o mayores y, en consecuencia, no estaré en condiciones de ver el ritmo resultante del montaje. En el estudio veo las escenas y los personajes en su totalidad (como en el escenario) sin separar los detalles del todo. En la realidad, no podemos contemplar el rostro de las cosas con los detalles microscópicos que nos muestra el primer plano (incluso estando junto a la cámara). La extracción del primer plano es una tarea de composición. Todo tiene significación, tanto lo que permanece como lo que se elimina. Éste significado se lo presta la cámara a la imagen y actúa sobre nosotros desde la pantalla. Es pues la posición y el ángulo de visión lo que dan su forma a los objetos, en tal medida que dos imágenes de un mismo objeto, tomadas desde ángulos distintos, a menudo ni se parecen. Esta es la propiedad característica del film. No reproduce sus imágenes las produce. Es «la forma de ver» del operador, su creación artística, la expresión de su personalidad, lo que se hace visible proyectado sobre la pantalla.
Finalmente, el montaje. Es el trabajo creativo sintético final que no se apoya en el orden de las tomas. Él crea el ritmo de las imágenes y el proceso de encadenamiento de ideas, que no puede considerarse reproductivo por no partir de un original, de un modelo que copiar anterior al film, como lo haría un pintor. El montaje es la arquitectura dinámica del material de los planos: una forma artística nueva, propia y creativa.
Estos son pues los nuevos elementos del arte del film. Aquellos que no trajo automáticamente la invención de la cámara en Francia. Aquellos que fueron descubiertos en Hollywood una década más tarde.
.
Estamos dentro de la imagen
Todos estos medios de expresión que actúan de una forma nueva se basan en el movimiento continuo de la cámara, que no sólo muestra interrumpidamente cosas nuevas, si no éstas bajo distintos ángulos. En esto reside la novedad histórica del film. Es verdad que el film nos ha revelado nuevos mundos hasta ahora ocultos: por ejemplo, el alma del entorno de las personas, el rostro de las cosas que tocan. El film nos permitió percibir el peso dramático del espacio, el espíritu parlante del paisaje, el ritmo de las masas y el lenguaje secreto de la existencia muda.
Todo esto representa nuevos conocimientos, nuevos temas, nuevo contenido, nuevas materias. La transformación histórica y decisiva, desde el punto de vista de la filosofía del arte, consiste en que el film no sólo mostró otras cosas, sino que lo hizo de otra manera, sustrajo constantemente la conciencia del espectador, eliminando la distancia interior que hasta entonces pertenecía a la esencia de la experiencia artística.
.
La identificación.
En el cine la cámara arrastra nuestra mirada hacia el espacio en que transcurre la acción, la imagen del film. Es como si todos lo viéramos desde el interior, como rodeados por los personajes del film. No es preciso que éstos nos comuniquen lo que sienten, pues vemos como ellos ven. Sin duda estás fijo en la localidad que has pagado, pero no ves a Romeo y Julieta desde allí. Miras hacia el balcón con los ojos de Romeo, y ves a Romeo con la mirada de Julieta. A través de tu mirada, tu conciencia se identifica con personajes del film. Todo lo ves bajo su ángulo, no tienen una posición propia. Tú marchas con la masa, cabalgas con el héroe, vuelas y caes, y cuando alguien mira otra persona en los ojos, está mirando a los tuyos en la pantalla. Pues tus ojos están en la cámara y se identifican con los de las personas que actúan. Éstas personas ven con tus ojos. A este acto psicológico le llamamos identificación.
Hasta el presente no existido ningún proceso parecido en ninguna forma artística y en ello se nos revela la originalidad del film.
.
.
.
Balázs, Belá. El film. Evolución y esencia de un arte nuevo. Barcelona: Editorial Gustavo Gili, S. A., 1977. (págs. 38-40)
El texto se publicó por vez primera en ruso con el título Iskusstvo Kino (El arte del cine, 1945). La versión española, publicada por la editorial Gustavo Gili S. A. en 1978 con traducción de Enric Vázquez, se realiza a partir de la versión alemana del libro, revisada por el propio autor años más tarde (Der Film. Werden un Wesen einer neuen kunst, 1949).